MIMOS Y CHISTES EN EL PÚLPITO

“Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio”(Ezequiel 44 : 23)

Amada Iglesia:

Escuchaba por la radio una predicación evangélica de la cual el auditorio debía estar divirtiéndose mucho, tal vez riendo a carcajadas, pues los pasajes bíblicos eran ilustrados con imitación gutural de sonidos de las espadas y de los caballos, así como en algunos pasajes con la imitación de una música de fondo o de suspenso.    El predicador se esforzaba en ser más que ameno, trataba de ser divertido y aún chistoso.   Sí, chistoso, pues hacía chistes de ciertos detalles del relato bíblico.   Todo ello ilustraba los consejos de autoayuda y superación sicológica, para tener éxito.     El predicador, con acento argentino, se llamaba Dante Gebel.   Recordé haberlo visto en televisión haciendo gestos también llamativos y chistosos en su rostro y en sus movimientos, como el imitar la cojera del personaje bíblico Mefiboset, aludiendo a las cojeras sicológicas que no nos permiten tener éxito material en esta vida.   Claro, este predicador famoso y gracioso, que hace reír a un estadio, nos da el secreto sicológico-bíblico de la seducción masiva y del éxito en este mundo.   Muy apropiado en estos días de campañas políticas que compiten por seducir a las masas con la apariencia más atractiva. Sigue leyendo