LA ANTIGUA HEREJÍA PELAGIANA

¿Nace el ser humano en la misma condición en la que Adán fue creado? ¿En qué medida nos afectó su pecado a nosotros? Estas preguntas y otras similares tenían gran importancia porque de ellas dependía la necesidad y el alcance de nuestra salvación. Efectivamente, si el pecado de Adán solamente le afectó a él, yo puedo, con mi esfuerzo, tratar de mantenerme en la posición de inocencia en la que nazco; pero si su pecado me ha afectado, es claro que mi esfuerzo no sirve de nada y necesito la gracia de Dios para ser salvo. Para Pelagio no hay una transmisión del pecado de Adán a sus descendientes. No nacemos con tendencias perversas, ni malos deseos; lo único que nos diferencia de Adán al ser creado es que nosotros tenemos malos ejemplos alrededor, pero aparte de eso, estamos como él, no hay en nosotros concupiscencia ni esclavitud al pecado. Por lo tanto ejercitando la voluntad, con la ayuda de la ley de Dios y el ejemplo de Jesucristo, podemos guardarnos de caer en pecado. En eso consiste para Pelagio la gracia de Dios.

Es evidente que en ese sistema al final es el hombre quien es su propio salvador y solamente de una forma muy secundaria Cristo hace algo por nosotros. Sin embargo no es esto lo que enseña la Escritura, quien habla del hombre en un estado caído y del pecado no solamente como un acto externo, sino como una tendencia y una motivación interna que se expresa en actos externos. Agustín de Hipona refuto a Pelagio por enseñar algo que a todas luces es erróneo. Por propia experiencia él había experimentado, antes de su conversión, la fuerza descomunal del pecado, su impotencia para librarse de él y la inutilidad de su voluntad para dominarlo.

Además encontró en la Escritura fundamento a su propia experiencia; para él la gracia era el poder de Dios operando de tal forma en el pecador que era la única causa de la salvación. Fuera de la gracia, el hombre está vendido al pecado sin posibilidad de librarse de él.

El pecado de Adán, refutaba Agustín, sí nos ha afectado a todos en dos maneras: nos ha transmitido la corrupción del pecado y la culpa inherente al mismo; en esto consiste el pecado original. Por lo tanto todo el género humano, desde Adán, es una masa condenada y perdida. Ahora bien, de entre esa masa de perdición, Dios, en su soberanía, ha escogido salvar a los que él ha querido y dotarlos de fe salvadora a todos se les ofrece el evangelio. Al tocar el tema de la predestinación Agustín estaba tocando una de las doctrinas más profundas y difíciles de la Escritura. Dios escoge, no porque previó que habían de creer, sino que escoge para que crean. No hay diferencia entre los que se salvan y los que se pierden sino solamente en una cosa: la gracia irresistible de Dios hacia los primeros y la gracia que puede ser resistida hacia los segundos. Hubo quienes quisieron quedarse a medio camino entre las tesis de Pelagio y las de Agustín; entendiendo que la doctrina pelagiana era puro humanismo, quisieron modificarla, pero sin llegar a identificarse con lo que Agustín enseñaba basado en la Escritura. Es lo que se conoce con el nombre de semi-pelagianismo, en el que se admite que el pecado de Adán nos ha afectado, pero no hasta el punto de muerte espiritual, sino solamente de debilidad o enfermedad. El hombre ha quedado trastocado en ciertas facetas de su personalidad, pero otras están intactas, y una de éstas es la voluntad; por lo tanto el hombre, si quiere, puede salvarse por medio de Cristo; pero la capacidad de querer o no querer está en el hombre; en último análisis depende de la voluntad humana el salvarse. En este sistema la fe no es un regalo de Dios para que el hombre pueda salvarse, sino es fruto del esfuerzo humano. Además la predestinación es consecuencia de la presciencia de Dios, es decir, Dios salva a aquellos que sabe que van a creer. Aunque oficialmente la Iglesia Católica Romana declaró que Agustín es uno de los grandes teólogos y lo venera con el título de ‘Doctor de la Gracia’, en la práctica no se identifica con sus enseñanzas ni con lo que la Biblia dice; La iglesia dominante va desde el semi-pelagianismo hasta el semi-agustinianismo, es decir, un agustinianismo aguado en el que ya no hay cabida para la gracia soberana de Dios como única causa de salvación. Esta doctrina pelagiana es perversa, al menos por tres puntos 1) Niega la completa depravación del hombre por el pecado. El hombre es pecador, por nacimiento, por naturaleza y por elección. Ro.3:9-19; Sal 51:5; Ro7:14-25; Gen.6:5. 2) Pues pondera las obras humanas para cooperar en la obra de Dios, la salvación del creyente por su sola gracia. Subestima la gracia y el sacrificio vicario de Cristo, quien pago en nuestros lugar toda la deuda de nuestros pecados, el no hizo un abono a la deuda, sino que la justicia de Dios se dio por satisfecha, prueba de esto es la resurrección de Jesucristo de entre los muertos. Ro. 3:28; Gal.2:21; 2Co.5:21; Col.2:13-15.3) Fundamentalmente, porque es contraria a lo que la Biblia, La Palabra de Dios dice, única regla de fe, infalible e inerrante. Gal.1:6-9.Martin Lutero y Juan Calvino entre otros reformadores, redescubrieron el mismo concepto de gracia revelado en la Escritura, que Agustín defendía, hubo luego los que intentaron llegar a una solución de compromiso entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. Estas fueron las controversias entre los calvinistas que creían en la predestinación basada en la soberanía de Dios, que es lo que revela la Biblia Ef. 1:5  “en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,  según el puro afecto de su voluntad” y los arminianos, que creían en una predestinación basada en la fe del creyente. Si fuese así como dicen los arminianos, la fe sería una obra y la salvación merito  humano. Siendo que es por gracia, aparte de las obras, para que nadie se gloríe. Ef 2:8, 9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;  y esto no de vosotros,  pues es don de Dios; no por obras,  para que nadie se gloríe”.Principales argumentos de la Herejía Pelagiana 1.      La muerte corporal era natural para Adán. 2.      Su pecado fue un acto personal sin consecuencias para su posteridad. 3.      Los niños nacen como Adán antes de pecar. 4.      Nadie muere en razón del pecado ni resucita en virtud de la resurrección de Cristo. 5.      El Antiguo y el Nuevo Testamento conducen igualmente al cielo. 6.      En el Antiguo Testamento hubo hombres sin pecado. 7.      La gracia de Dios consiste en la ley natural que todo hombre lleva impresa en su conciencia, en la ley que Dios dio a Moisés y en el ejemplo de Jesucristo. 8.      El hombre nace esencialmente bueno y es capaz de hacer lo que es necesario para la salvación. Semi-pelagianismoLa gracia de Dios y la voluntad del hombre cooperan en la salvación, debiendo el hombre tomar la iniciativa. La Biblia dice:El hombre está muerto en pecado; la salvación es totalmente por la gracia de Dios, la cual es dada solamente a los que el quiso soberanamente, por el puro afecto de su voluntad. La responsabilidad humana no se anula para los que rechazan al evangelio, quienes justamente se pierden por no recibir el amor de la verdad para ser salvos.  Ef.1:3-14; 2:8,9.

Publicado por:

Ricardo Moraga A.

6 pensamientos en “LA ANTIGUA HEREJÍA PELAGIANA

  1. El tema es interesante, pero no esta bien tratado. No se puede hacer resaltar las virtudes de una posicion doctrinal como la de Agustino contrastandola con otra que no ofrece mucho asidero biblico.

    La posicion de Agustino, posteriormente retomada por Calvino, es lo que tiene a las iglesias en el estado espiritual en el que hoy se encuentran. La gracia no opera como lo dice Agustin en que Dios escoge a unos para salvacion y otros, por defecto, para perdicion. La invitacion es para todos, deseando Dios que todos procedan al arrepentimiento.

  2. Sr. SMJR

    En respuesta a su posición le informamos que:

    Nuesta Fe tiene como único referente lo escrito en las las sagradas escrituras, no en Agustino ni Calvino, por favor medite en los siguientes pasajes bíblicos:

    según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
    en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
    Efesios 1:4-5

    sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
    y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es, a fin de que nadie se jacte en su presencia.
    1 Corintios 1:27-29 (Dios es soberano y el escoge a quien El quiere.)

    Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
    Judas 1:4

    Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre
    Apocalipsis 1:5

    Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
    no por obras, para que nadie se gloríe.
    Efesios 2:8-9

    Dios es soberano absoluto
    Jóvenes de la Iglesia Dios Proveerá
    http://www.soloporgracia.cl.tc

  3. Si sólo algunos son salvos, según la voluntad del Señor, para qué nacen personas que no están en los planes de salvación???.
    Cuál es la idea de nacer, vivir y luego tener que irse al infierno??

    No me dirán aquellos que son salvos, que no sienten pena y se les amarga el alma al ver como hay amigos, hermanos y personas queridas que no pueden creer??? aunque quieran.

    Sé que la Biblia dice:… Que el Creador desea que todo el mundo sea salvo», pero de quién depende????

  4. Querido Mario: Es cierto que aquellos que creemos sentimos cierto grado de angustia por el destino de nuestros seres queridos, por eso predicamos el Evangelio, para glorificar a Dios y por si Él obrara en ellos el arrepentimiento y la fe para su salvación.
    Lo que en alguna manera pone un freno a nuestra angustia, es saber que Dios es absolutamente Justo. La condenación de todos los hombres es justa. Pero como Dios es misericordioso, ha escogido algunos para depositar en ellos su misericordia.
    Eso pone aplomo a nuestras emociones, el amar a Dios por sobre todas las cosas se pone a prueba en temas como este.
    Dios te bendiga.

  5. estudiando la gracia de Dios podemos encontrar que la Biblia nos da suficiente informaciòn acerca de la gracia salvadora de nuestro gran Dios que le placio salvarnos por su buena voluntad y para su gloria. la pregunta no es porque Dios deja que muchos se condenen si no porque nos salvo si no lo mereciamos

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